Da: "Nello Margiotta" A: Oggetto: ARGENTINA:Industria pasa de la agonía a la terapia intermedia Data: lunedì 15 luglio 2002 0.20 Marcela Valente BUENOS AIRES, 13 jul (IPS) - Diversos sectores de la industria de Argentina, que agonizaba en 2001, comenzaron a manifestar síntomas de lenta recuperación a partir de la depreciación del peso, la moneda nacional, pero encuentran un mercado todavía muy retraído por la profunda depresión económica. Los sectores del calzado, los textiles, los juguetes y los neumáticos quedaron arrinconadas en los años 90 por la invasión de productos importados con una cotización del dólar a la par del peso, impuesta por ley. Pero la liberación cambiaria dispuesta en enero cambió las condiciones: ahora, un dólar cuesta 3,60 pesos. Los principales beneficiados fueron los exportadores, que reciben ahora más pesos por sus ventas. Es el caso de los productores agropecuarios, pesqueros y petroleros. Pero también se vieron favorecidos los pequeños industriales que abastecen el mercado interno, gracias a la reducción de las importaciones. El mercado doméstico muestra, por un lado, una cantidad creciente de comercios que cierran sus puertas cada mes por la caída en las ventas. Pero los que sobreviven cambiaron por completo el origen de la mercadería: donde antes predominaba lo importado, predomina ahora lo nacional. El presidente de la Cámara de la Industria del Calzado, Carlos Bueno, dijo a IPS que en los años 80 el sector producía entre 110 y 115 millones de pares de zapatos por año. La competencia de los productos importados originó luego una caída de la fabricación nacional. En 2001, se produjeron solo 36,5 millones de pares. "Cincuenta y ocho por ciento del consumo total se abastecía con la producción nacional y 42 por ciento era importado", explicó Bueno. "Dos de cada tres pares de calzado importado venían de Brasil", precisó. La situación era muy crítica para el sector, y a fines de 2001 los empresarios y sus empleados arrojaron miles de pares de zapatos frente a la cancillería, en una ruidosa protesta. "Nuestra capacidad ociosa llegaba entonces a 90 por ciento, cayó a 95 por ciento en enero, y sólo entonces comenzamos a recuperarnos, sustituyendo las importaciones que virtualmente desaparecieron del mercado", remarcó Bueno. Pero la industria del calzado aún tiene paralizada 60 por ciento de su capacidad de producción. La falta de consumidores locales y la falta de crédito por la crisis financiera le restan al sector el envión que necesitaría para funcionar con toda su capacidad. Esos problemas, que se repiten en toda la actividad económica, mantienen todavía muy rezagada la producción. A pesar de la depreciación del peso, la producción manufacturera se contrajo casi 16 por ciento en los primeros cinco meses del año respecto de 2001, según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC). Pero la debacle de la industria, considerada mes a mes, se frenó y comenzó un "rebote". De 19 por ciento de caída en la comparación de enero de 2001 con enero de este año se pasó a una caída menor, de 12 por ciento, si se coteja mayo de 2001 con mayo de 2002. Para que el impacto sea mayor en términos macroeconómicos, el INDEC considera que aún resta una recuperación de los sectores de automóviles, de la construcción y de servicios, rubros todavía muy afectados por la recesión y por la crisis del sistema bancario. Argentina sufre una severa crisis económica y financiera que combina cuatro años de recesión, un desempleo superior a 23 por ciento y una deuda pública voluminosa. La mitad de los 37 millones de habitantes están sumidos hoy en la pobreza y millones de ahorristas sufren restricciones para el retiro de su dinero de los bancos. Bueno señaló que el consumo interno de calzado cayó 30 por ciento desde enero. "La gente sólo compra comida", dijo. No obstante, los industriales compensan esa merma con exportaciones a mercados latinoamericanos que habían abandonado en los años 90 y a otros nuevos como Europa, Estados Unidos y China. "Calculamos que este año vamos a crecer siete por ciento, y para 2003 bastante más", pronosticó. De igual modo, la industria textil, que había detenido la producción, volvió a encender las máquinas. En 2001, casi 55 por ciento de las ventas internas de este rubro procedían del exterior. Para mayo, se redujeron a ocho por ciento y se mantienen en esa proporción. Los problemas del sector textil son los mismos de la industria del calzado: falta de crédito y caída del mercado de consumo. Pero aun así se percibe un aumento que este año podría llegar a 20 por ciento respecto de 2001, y un aumento también de las ventas a países muy competitivos en este rubro, como India. El esquema se repite en la fabricación de neumáticos, de vidrios, de pañales de tela y descartables, de productos químicos, farmacéuticos, de instrumentos musicales, de muebles y de cosméticos, así como en la industria del vino. El mercado está retraído y falta financiamiento, pero, de todos modos, para muchos es conveniente reanudar la actividad. Noventa y cinco por ciento de los juguetes que se vendían el año pasado en el mercado interno eran importados. Hoy, las condiciones variaron por completo. Niños y adolescentes tratan de adaptarse a los cambios de marcas. "En lugar de la muñeca Barbie, que está carísima, ahora tengo la Nancy, de fabricación local", comentó a IPS un vendedor. Los fabricantes, que habían transformados sus locales en depósitos de productos importados para su distribución en los comercios, se proponen ahora un cambio de mercadería y hasta de estrategia: prefieren producir en lugar de importar, aun cuando las compras, como en los otros casos, son escasas o nulas. César Vilella, de la importadora Julytoys, dijo a IPS que debe ofrecer a 4,4 pesos un automóvil de juguete que en diciembre se vendían a 1,60. "Los clientes que nos encargaban mercadería por 1.000 pesos y pedían que se la enviaramos. Ahora, vienen ellos y solo gastan 100", describió. ************************************************** Nello change the world before the world changes you because another world is possible