Da: "Nello Margiotta" A: Oggetto: Alca: mentre gli USA accellerano il Venezuela chiede di rallentare Data: giovedì 31 ottobre 2002 0.38 EEUU pisa el acelerador del ALCA Emad Mekay WASHINGTON, 30 oct (IPS) - Estados Unidos prepara una serie de armas persuasivas para derribar los obstáculos al Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA) que le presentarán los restantes 33 gobiernos del continente en la reunión ministerial de este viernes en Quito. Washington procurará convencer a los desconfiados ministros latinoamericanos de que el ALCA será la salvación para sus economías, y con ese fin pondrá como ejemplo el avance de México desde su integración en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). El representante de Comercio de Estados Unidos, Robert Zoellick, mencionó en reiteradas oportunidades a México como país que logró cosechar los frutos del libre comercio tras aliarse con Canadá y con Estados Unidos en el TLCAN. Funcionarios de Washington atribuyen al TLCAN el hecho de que México pudiera obtener créditos en los mercados financieros internacionales apenas siete meses después de la crisis financiera de diciembre de 1994, cuando tardó siete años para recuperarse de la devaluación de 1982. Más de la mitad de los 3,5 millones de empleos creados en México desde 1995 se deben al TLCAN, según las propias autoridades mexicanas, que describen el acuerdo comercial como la locomotora del actual proceso de modernización del país. "No debemos descansar hasta que la población (latinoamericana), de Bogotá a Buenos Aires y a Managua, hayan experimentado las mismas oportunidades que los ciudadanos de Miami disfrutan hoy", dijo Zoellick el día 14 en esa ciudad estadounidense. Zoellick viajará a Quito armado con la autoridad de promoción comercial, también conocida como vía rápida (fast track), conferida por el Poder Legislativo estadounidense al Ejecutivo para negociar acuerdos comerciales que el Congreso deberá aprobar o rechazar en bloque, sin posibilidad de enmiendas. La vía rápida da oxígeno al objetivo de Estados Unidos de completar para 2005 las negociaciones del ALCA y la actual ronda de negociaciones multilaterales convocadas el año pasado por la Organización Mundial de Comercio (OMC). Los países latinoamericanos también han recibido una andanada de recomendaciones para abrir su economía a la agricultura, los productos manufacturados y los servicios, presentadas por el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo y el gobierno estadounidense. La producción latinoamericana deberá "afrontar una mayor competencia mundial" tras el ingreso de China, cuarta potencia comercial mundial, a la OMC, lo cual debería obligar a la región a aliarse con Estados Unidos, advirtió Washington. Además, para evitar críticas sobre la protección de que goza la agricultura estadounidense --uno de los principales escollos en las negociaciones del ALCA--, Washington propone eliminar los subsidios y reducir 75 por ciento los aranceles del sector, pero sólo si Japón y la Unión Europea hacen lo mismo. Con tantos trucos debajo de la manga, Zoellick se mostró "confiado" en que la conferencia en Quito concluirá con "el establecimiento de un calendario firme para la negociación hacia la apertura de mercados en cada uno de los 34" países participantes "en los próximos meses, no años". Washington confía en que en Quito se constituyan los nueve grupos de negociación y los tres comités previstos para la próxima etapa del diálogo, y propondrá, además, que la próxima reunión ministerial anual se realice en Estados Unidos. El gobierno de George W. Bush pretende que las negociaciones del ALCA concluyan sin dilaciones en el plazo establecido por los 34 países, para enero de 2005, a pesar de la oposición de organizaciones de la sociedad civil, economistas y algunos gobiernos. Al reducir las barreras comerciales persistentes en América, el ALCA ofrecería un crecimiento sustancial para el mercado de los bienes y servicios de Estados Unidos. Con más de 800 millones de habitantes, sería el mayor área de libre comercio del mundo. Las exportaciones estadounidenses a América Latina crecieron en los años 90 más rápido que las dirigidas a ninguna otra región, según estadísticas oficiales. Los mayores obstáculos se realacionan con el malestar en América Latina por el proteccionismo estadounidense a su producción agropecuaria. Por otra parte, Brasil, la principal economía de América del Sur, acaba de elegir un presidente izquierdista, Luiz Inácio Lula da Silva. Las exportaciones brasileñas fueron particularmente golpeadas por los subsidios agrícolas estadounidenses y por las barreras arancelarias impuestas por Washington al acero. Lula describió antes de la campaña electoral el ALCA como una "anexión" de las economías latinoamericanas a Estados Unidos. Pero el lunes afirmó como presidente electo que continuaría participando en la negociación, aunque fortaleciendo al Mercosur, bloque comercial que integra con Argentina, Paraguay y Uruguay. "A Estados Unidos no le faltan países que quieran tener libre comercio con él", advirtió Zoellick en referencia a Brasil. Mientras, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, ha cuestionado los beneficios que el ALCA supondría para América Latina Venezuela pide postergar cinco años el ALCA Kintto Lucas QUITO, 30 oct (IPS) - El gobierno de Venezuela planteó este miércoles postergar de 2005 a 2010 la entrada en vigor del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA), para evitar perjuicios económicos y en materia de soberanía a países participantes del proyecto. La propuesta está contenida en una carta del presidente venezolano Hugo Chávez al Comité de Negociaciones Comerciales (CNC) del ALCA, integrado por los viceministros de Comercio Exterior de 34 países de América, que realizó el martes y este miércoles en Quito su XII Reunión. Participan en las negociaciones del ALCA todos los países americanos salvo Cuba. El CNC se reunió para elaborar una propuesta conjunta que será debatida en la VII Reunión Ministerial de Comercio del ALCA, que se llevará a cabo este viernes en la capital ecuatoriana. Chávez afirmó en su carta que el ALCA implica un nuevo tipo de normativa supranacional que afectará la soberanía, y señaló que esa situación "según la nueva Constitución bolivariana (de Venezuela) requiere de un plebiscito". Caracas propuso además hacer públicos los actuales borradores de las negociaciones. La iniciativa venezolana "tiene fuertes implicaciones porque es la posición formal más dura" de un gobierno ante la propuesta estadounidense de abreviar la agenda de negociaciones, comentó el ambientalista uruguayo Eduardo Gudynas. "Brasil y otros países han dejado en claro sus disconformidades, pero nunca hicieron un planteo de este tipo. Han jugado a enlentecer las negociaciones, pero nunca enviaron una nota" para pedir formalmente una postergación, señaló. Hace algunas semanas parecía que la reunión ministerial de este viernes iba a tener un trámite sencillo, pero "se ha convertido en un escenario de enorme complejidad", opinó Gudynas, quiene es también especialista es cuestiones de integración económica. "Hay que ver cómo reaccionan los gobiernos y la forma en que la sociedad civil aprovecha estas nuevas circunstancias", añadió. Esta semana se realizan en Quito el VII Foro Empresarial de las Américas, al cual asisten 800 personas de los países involucrados en el ALCA, el Encuentro Parlamentario de las Américas y la Cumbre contra el ALCA convocada por organizaciones indígenas, campesinas y ambientalistas, entre otras de la sociedad civil. El ALCA puede significar "la quiebra de los medianos y pequeños productores de los países latinoamericanos, que no podrán competir ante la invasión de productos estadounidenses", alegó el dirigente campesino boliviano Evo Morales, defensor de los cultivadores de coca y ex candidato a la presidencia de su país. "No hay ALCA sin Brasil, por eso le tomamos la palabra a Lula (Luiz Inácio Lula da Silva, presidente electo de Brasil), de que se opondrá a este proyecto, que no significa la integración sino la quiebra de nuestros países", afirmó Morales. El presidente electo brasileño mantiene una posición crítica sobre el ALCA, y ha sostenido que implica "en la práctica una especie de anexión de las economías latinoamericanas a la economía de Estados Unidos". "El triunfo de Lula fortalece las posiciones que buscan reformar profundamente el ALCA o incluso detenerlo, y da nuevo aliento a las organizaciones sociales", arguyó Gudynas. "Pero también es cierto que existe buena evidencia de que el nuevo gobierno de Brasil no necesariamente tomará una actitud beligerante frente a Estados Unidos", advirtió. El presidente del Congreso Legislativo de Ecuador, José Cordero, expresó preocupación por el "apuro estadounidense" para que entre en vigencia el ALCA. "Tenemos que ir despacio y con cuidado, para que nuestras economías no sufran consecuencias negativas", opinó. El presidente de la Cámara de Industrias de Quito, Mauricio Pinto, sostuvo que la entrada en vigor del ALCA es irreversible y será positiva, si se toman precauciones y se tienen en cuenta las desigualdades económicas entre los países. El proyecto puede ser la oportunidad para que países como Ecuador amplíen sus fronteras comerciales, explicó. Las reuniones de esta semana del CNC y de los ministros de Comercio son consideradas cruciales en el proceso del ALCA, porque fueron convocadas para analizar sus avances y normas que faciliten su creación a partir de enero de 2005. Esta semana, la presidencia rotativa del CNC será transferida por Ecuador a Brasil y Estados Unidos, que estarán a cargo de coordinar el proceso en su etapa final y decisiva. Por primera vez, desde que empezaron las negociaciones en 1994, el ALCA convocó en Quito a representantes de la sociedad civil para que expongan sus propuestas, indicó el actual presidente del CNC, Roberto Betancourt. "El ALCA sólo será posible si hay consenso entre todas las naciones" y se establece "el principio de que nada está acordado hasta que todo esté acordado", aseveró. La negociación es difícil por los intereses en juego y las diferencias entre países, y "Estados Unidos y Canadá lideran el proceso de integración continental, frente a los países latinoamericanos que buscan una oportunidad de progreso armónico en la región", comentó Bentancourt. "Tenemos que ver cómo avanzar con propuestas imaginativas que permitan acercar posiciones de las dos partes", agregó. El CNC se reúne cuatro veces por año para avanzar en el análisis de 12 cuestiones que se consideran prioritarias para implementar un sistema de libre comercio en el continente. Las protestas de microempresarios y otros sectores sociales previstas para este jueves y el viernes en Quito muestran que han sido excluidos de las negociaciones, comentó Juan Alfredo Pinto, ex viceministro de Industrias de Colombia. Los manifestantes realizarán "una interpelación pública por no haber sido incluidos en los debates", y en los procesos de integración es preciso tomar en cuenta a todos los actores sociales, políticos y económicos, para garantizar el crecimiento equitativo de una región, añadió. La propuesta de Venezuela "es un nuevo ingrediente en estas negociaciones, y no está muy lejana de la posición expresada por gran parte de los legisladores presentes en la reunión de parlamentarios", aseguró la diputada indígena ecuatoriana Nina Pacari ************************************************** Nello change the world before the world changes you because another world is possible