Da: "Nello Margiotta" A: Oggetto: BRASIL:El PT busca ser columna vertebral del país Data: giovedì 24 ottobre 2002 15.27 Mario Osava RIO DE JANEIRO, 23 oct (IPS) - Las elecciones del próximo domingo en Brasil, que llevarán casi seguramente a Luiz Inácio Lula da Silva a la presidencia, son también la oportunidad para la conversión del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) en eje de la política nacional. Pero el gobierno de Lula y del PT deberá superar la crisis financiera que va a heredar de la actual administración, para poner luego en práctica sus proyectos de crecimiento económico y de combate contra las desigualdades sociales. El triunfo de Lula en la segunda y definitiva ronda electoral organizada para este domingo ha sido anunciado por todas las encuestas. Se trata de un acontecimiento singular en América Latina, no sólo por tratarse del arribo al poder de un obrero metalúrgico que sólo ha cursado cuatro años de enseñanza primaria. Es también la culminación de un proceso de 22 años de construcción de un partido, el PT, basado en sectores organizados de la sociedad, especialmente sindicatos y con sus bastiones en las grandes ciudades. El PT es hijo del nuevo sindicalismo nacido de la industrialización y de la acelerada urbanización de Brasil a partir de los años 50, un proceso impulsado especialmente por el sector automovilístico. No es casualidad que la ciudad de Sao Bernardo do Campo, el principal centro de producción de vehículos de Brasil, localizado en la periferia de Sao Paulo, fuera la cuna tanto del PT como de su contraparte sindical, la Central Unica de Trabajadores (CUT), dos organizaciones fundadas por Lula. Lula no presenta, por tanto, similitudes con otros líderes surgidos en América Latina por fuerza de su carisma o de acciones personales, como el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, ni procede de partidos tradicionales. Su ascenso coincide con el crecimiento sostenido del PT, rápido en términos históricos pero gradual y lento en comparación con movimientos repentinos que llevaron al poder muchos presidentes en América Latina. El actual presidente, Fernando Henrique Cardoso, conquistó la presidencia en 1994 y logró la reelección en 1998 debido en especial a la oportunidad que tuvo, como ministro de Hacienda, de poner en marcha el Plan Real, que puso fin a tres décadas de alta inflación. Cardoso no era ni siquiera el principal dirigente de su Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB), fundado seis años antes de su triunfo electoral por disidentes del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB). El PSDB enfrenta ahora la perspectiva de ser "absorbido" por el PT, según el diputado Antonio Delfim Netto, ex ministro de Hacienda y de Planificación en los años 70 y 80. Ese riesgo obedece a que ambos se disputan el mismo espacio de la socialdemocracia, con ventaja para el PT, que cuenta con base sindical, explicó Delfim Netto. El PSDB está formado por intelectuales y tecnócratas, explicó. Además, el PT logró en la primera ronda electoral, el 6 de este mes, lo que Lula calificó como "la más grande victoria de un partido de izquierda en América Latina". Esa victoria tuvo como aspecto saliente el respaldo a Lula, que llegó a 46,44 por ciento de los votos positivos (no se computan los anulados ni en blanco), el doble de los sufragios obtenidos por su competidor de este domingo, el oficialista José Serra. El PT también fue el partido que obtuvo más diputados nacionales en las elecciones generales y pasó de los 58 escaños actuales a 91 en el próximo periodo legislativo, en una cámara integrada por 513 representantes. En tanto, en el Senado aumentó de ocho a 14 lugares, de los 81 que conforman esta cámara alta. El partido de Lula fue también el que conquistó mayor cantidad de representantes a las asambleas estaduales, al sumar 147, y el único que tendrá por lo menos un diputado en cada uno de los 27 estados brasileños. Sus candidatos a gobernadores estaduales también sorprendieron por la votación superior a la esperada. El éxito electoral se suma al hecho de ser considerado, en las encuestas, el partido mejor organizado y más "auténtico" del país, es decir de mayor cohesión ideológica. Todo eso abre al PT la posibilidad de convertirse en la referencia básica de la política brasileña. Desde 1989, cuando Lula y el PT disputaron por primera vez el gobierno, la preocupación de los sectores conservadores era la de identificar candidatos en mejores condiciones para derrotarlos. A esta posible hegemonía del PT contribuye también la escasa solidez de los grandes partidos brasileños. El PMDB y el Partido del Frente Liberal, se dividieron en estas elecciones y difícilmente mantendrán la unidad ante un gobierno del PT. La tendencia apunta a una reorganización de los conservadores. Líderes empresariales, como el presidente de la Federación de las Industrias de Sao Paulo, Horacio Piva, recomiendan al PSDB que conforme una alianza con el PT, pese al desgaste entre ambas fuerzas políticas derivada de la disputa de la segunda ronda presidencial. Sin embargo, los graves problemas económicos que afronta Brasil entorpece un acercamiento al PT. Serra advirtió en su campaña electoral que "la incapacidad de Lula" puede provocar una crisis similar a la de Argentina. Un fracaso de la magnitud del ocurrido en el país vecino haría cumplir el pronóstico del ex senador Jarbas Passarinho, también ex ministro de Educación y de Trabajo de gobiernos militares en los años 70, de que la izquierda en el gobierno es "como sarampión, ocurre una sola vez" ************************************************** Nello change the world before the world changes you because another world is possible