Da: "Nello Margiotta" A: Oggetto: BRASIL:Lula lanza guerra contra causas y efectos del hambre Data: giovedì 30 gennaio 2003 22.50 Mario Osava RIO DE JANEIRO, 30 ene (IPS) - El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, puso en marcha este jueves el anunciado programa Hambre Cero, con la promesa de atacar las causas del problema y no sólo luchar contra sus efectos. La "guerra contra el hambre" en este país no busca "matar a nadie sino sólo salvar vidas", dijo Lula al instalar en Brasilia el Consejo Nacional de Seguridad Alimentaria (Consea) ante 500 funcionarios, políticos y líderes sociales, en referencia a los aprestos bélicos de Estados Unidos y Gran Bretaña contra Iraq. Pero la desnutrición no se limita a Brasil sino que afecta a centenares de millones en el mundo y por eso "los países más ricos tienen que hacer su parte", añadió, tras explicar que fue al Foro Económico Mundial, en la sudoriental localidad suiza de Davos, para "incluir el hambre en la agenda internacional". Lula aseguró que el plan Hambre Cero comprende "medidas estructurales permanentes, que solucionarán el problema definitivamente", combinadas con acciones de emergencia para atender a la población en situación dramática. Entre las acciones estructurales para liberar a millones de brasileños de la "humillación" de sobrevivir con la donación de canastas básicas de alimentos se cuentan la creación de empleos, la educación de calidad, reforma agraria, el cooperativismo, microcréditos y la capacitación profesional. El programa no será "una campaña temporal" ni limitada a algunas partes del país, sostuvo Lula. Reconoció, además, que el hambre es un problema complejo y que gobiernos anteriores fracasaron en su intento por erradicarlo porque "no le dieron la prioridad necesaria ni contaron con la indispensable movilización de la sociedad". Por eso llamó a la participación de todos y a constituir consejos municipales, asociando gobernantes y miembros de la sociedad, para la "misión decisiva" de identificar familias que necesitan alimentos, crear puestos de recepción y distribución, orientar a la población y evitar "desviaciones y desperdicios". El Programa Hambre Cero comenzará a implementarse en dos municipios de Piauí, uno de los estados más pobres en el nordeste de Brasil. Casi 1.000 familias de Acauán y Guaribas, en Piauí, recibirán 50 reales (14 dólares en la cotización actual) cada mes para asegurar su alimentación, en el marco de un cronograma que continuará con otros municipios del mismo estado. El plan detallado tendrá su versión definitiva a fines de agosto, informó el Ministerio Extraordinario de Seguridad Alimentaria y Combate al Hambre, encabezado por su creador, José Graziano. El Consea, que define la orientación general del plan, se compone de 72 miembros, reuniendo a 13 ministros, expertos, delegados de organizaciones no gubernamentales y religiosas, líderes empresariales, sindicalistas y personalidades del mundo deportivo y cultural conocidas por su preocupaciones sociales. Sin embargo, el debate entre consejeros y el gobierno no será tranquilo a saber por las polémicas ya desatadas por algunos de ellos, quienes criticaron la forma como el ministro Graziano propone ejecutar el programa, en especial su intención de exigir que los beneficiados comprueben la compra de alimentos. La medida planteada por Graziano busca que el dinero distribuido se destine efectivamente a la alimentación, pues un objetivo es estimular la agricultura familiar con el aumento de la demanda. Eso daría lugar a más empleos, ampliando la economía y los ingresos de la población local, explicó. El gobierno ya flexibilizó sus exigencias en atención a los cuestionamientos de varios expertos y miembros del Consea, como el obispo católico Mauro Morelli y la coordinadora de la Pastoral de la Niñez, Zilda Arns, también vinculada a esa iglesia. Para comprobar la adquisición de alimentos ahora no será necesaria la factura formal, algo inexistente en locales de economía precaria como los del nordeste de Brasil, sino cualquier recibo o certificación de los comerciantes. Pero Arns sigue rechazando la decisión. En su opinión, como de muchos expertos, los beneficiados deben elegir por sí mismos en qué aplicar el dinero recibido. A veces les es más importante adquirir ropas, libros o bienes que les aseguran una vida mejor o, incluso, la posibilidad de empleo, argumentaron los críticos. El gasto empleados en ese control sería mejor aplicado en educación y orientación a la población sobre nutrición, comentó Arns. La Pastoral de la Niñez asiste en la actualidad a más de 1,5 millones de familias en comunidades de extrema pobreza, donde logró reducir la mortalidad infantil a la mitad del promedio nacional, que es de 29,6 por cada 1,000 nacidos vivos. Además, existen discrepancias sobre la cantidad de hambrientos entre los 171 millones de brasileños. El gobierno calcula 46 millones de personas con problemas de alimentación, una cifra mencionada por Lula en su discurso en Davos. En cambio, estadísticas del Instituto de Investigación Económica Aplicada (IPEA), un organismo del propio gobierno y vinculado al Ministerio de Planificación, sostienen que el hambre alcanza a la mitad de la cantidad señalada por Lula. Para Sonia María Rocha, economista experta en la materia y consultora del Banco Mundial, aseguró que son menos aún y que las personas con hambre no superan los 16 millones. Algunos de esos cálculos se basan en niveles de ingreso, mientras que otros agregan más componentes. El IPEA, por ejemplo, considera indigentes y por tanto sujetos al hambre a todos los brasileños que ganan menos de 100 reales (28 dólares) al mes. Pero esa suma compra menos alimentos en Sao Paulo, donde la vida es más cara, que en el pobre nordeste, observó Rocha. ************************************************** Nello change the world before the world changes you because another world is possible