Da: "Nello Margiotta" A: Oggetto: Chile: Berríos y la mano del DINE Data: lunedì 17 febbraio 2003 12.23 Arnaldo Pérez Guerra El Siglo / La Insignia. Chile, febrero del 2003. El 31 de enero, la Corte Suprema nombró un ministro en visita para investigar el asesinato del ex agente de la DINA, Eugenio Berríos Sagredo, ocurrido en Uruguay en 1992. Alejandro Madrid deberá asumir la causa que sustanciaba la jueza del Sexto Juzgado, Olga Pérez, quien logró procesar a seis oficiales de Ejército como autores materiales del crimen. Según consta en la investigación, la huída de Chile del químico de la DINA fue planeada y ejecutada por el Ejército para evitar que declarara ante el ministro Alfonso Bañados que investigaba el asesinato del ex canciller de la Unidad Popular Orlando Letelier. Se sabe que el 26 de octubre de 1991, Berríos fue trasladado a Punta Arenas y desde allí a Buenos Aires, donde quedó en manos del mayor (r) Andrés Silva Valdés, que finalmente lo trasladó a Uruguay. Se comprueba algo ya sabido: el Ejército obstruyó la justicia para "evitar" que Berríos declarara, además de la participación institucional en el secuestro y asesinato del ex agente. En noviembre de 1992, Berríos intentó escapar de sus custodios desde la localidad de Parque del Plata, a 50 kilómetros de Montevideo. Se sintió secuestrado y completamente desprotegido, en vano intentó comunicarse con el consulado. Silva Valdés se encargó de capturarlo, junto al mayor Jaime Torres Gacitúa. El asesinato fue ejecutado por Andrés Silva Valdés -ex jefe de seguridad de Augusto Pinochet y de Agustín Edwards Eatsman, procesado como encubridor del asesinato de Tucapel Jiménez- y el teniente uruguayo Eduardo Radaelli, bajo la mirada de Torres Gacitúa. Una muestra palpable de que las garras de la "Operación Cóndor" se mantenían, al menos, hasta principios de 1990. La jueza Olga Pérez procesó a Silva Valdés y al capitán (r) Torres Gacitúa, además del general (r) Hernán Ramírez Rurange -ex jefe del DINE, también implicado en el asesinato de Tucapel Jiménez-, Pablo Rodríguez Márquez y Raúl Lillo Gutiérrez, y como encubridor al general (r) Eugenio Cobarrubias, quien reemplazó a Ramírez Rurange en la dirección del DINE. Múltiples diligencia buscaron antecedentes, en Chile, Argentina y Uruguay, incluyendo "entradas y salidas de oficiales del Ejército". Berríos, ex miembro de Patria y Libertad, fue reclutado por la DINA en 1974 para elaborar gas sarín junto a Francisco Oyarzún Sjoberg. El laboratorio de la DINA (Centro Quetropillán), funcionó en la casa de Michael Townley y Mariana Callejas ubicada en Vía Naranja, Lo Curro. El neurotóxico desarrollado por los nazis, simula los efectos de un infarto al miocardio. La DINA lo "experimentó", a fines de 1975, asesinando a Renato León y a uno de los suyos, el ex agente Manuel Leyton. Eugenio "Hermes" Berríos trabajó en el "Proyecto Andrea" que consistió en elaborar ese gas y otros como armas estratégicas del Ejército, para lo cual la DINA creó una empresa de pantalla: Prosín Ltda. Cuando la DINA fue disuelta, Pinochet encomendó a Manuel Contreras continuar el proyecto. En abril de 1978, Contreras supervisaba, al menos, dos laboratorios. Existen indicios de que Berríos participó en proyectos de fabricación de cohetes con cabezas químicas e integró delegaciones que negociaron la venta de armamento. También se investiga su participación en la muerte de Eduardo Frei. El DINE "escondió" a Berríos primero en Iquique, y lo sacó a Buenos Aires bajo la identidad de "Hernán Tulio Paredes Orellana". Sus "custodios" también operaban con documentos falsos. Su cuerpo apareció, en abril de 1995, en El Pinar, cerca de Montevideo, con orificios de 9 mm. en el cráneo. Entre los oficiales uruguayos involucrados está Tomás Casella, Héctor Lluis, Ramón Rivas y el general Mario Aguerrondo -jefe de inteligencia militar, agregado de la embajada de Uruguay en Washington, en 1996-, entre otros. ************************************************** Nello change the world before the world changes you because another world is possible