Da: "Nello Margiotta" A: Oggetto: DESARROLLO:Por el aumento de la cooperación Sur-Sur Data: lunedì 11 marzo 2002 23.50 Raúl Pierri MONTEVIDEO, 11 mar (IPS) - Los países en desarrollo deben estrechar sus lazos de solidaridad y no esperar soluciones mágicas del Norte industrializado, coincidieron este lunes autoridades de organismos regionales en la apertura de la XV Reunión de Directores de Cooperación Internacional de América Latina y el Caribe. Representantes del sector público y privado latinoamericano asisten en Montevideo a este encuentro de tres días en la sede de la Asociación Latinaomericana de Integración (Aladi), organizado por el Sistema Económico Latinoamericano (SELA) y la cancillería de Uruguay. El secretario permanente del SELA, Otto Boye, criticó a los países industrializados por no cumplir con su compromiso, asumido en 1969 en la Organización de las Naciones Unidas, de destinar 0,7 por ciento de su producto interno bruto (PIB) a la asistencia oficial al desarrollo (ODA). "Han transcurrido 33 años y todavía no se vislumbra la posiblidad de cumplir con estos acuerdos en el corto plazo. Triste realidad que pone en relieve la dramática distancia entre la palabra empeñada y su cumplimiento", señaló Boye. No obstante, destacó la participación de nuevos agentes de cooperación además de las organizaciones no gubernamentales, como universidades, grupos religiosos, institutos y gobiernos locales, y subrayó la importancia de este tipo de foros para fomentar la solidaridad entre las propias naciones en desarrollo. "Los países que no hemos alcanzado niveles de desarrollo capaces de satisfacer las necesidades básicas de nuestras poblaciones debemos buscar la manera de enfrentar entre nosotros mismos nuestros problemas. No podemos esperar una respuesta mágica que nos venga del Norte del planeta", sostuvo. Boye resaltó los proyectos del SELA para fomentar la "cooperación horizontal" o "Sur-Sur", entre América Latina y Africa, dos regiones "que padecen similares problemas de desarrollo y que comparten la esperanza común de insertarse de forma favorable en el contexto internacional". Al encuentro de Montevideo también asisten autoridades de Camerún, Costa de Marfil, Kenia, Nigeria, Sudáfrica y Zimbabwe, así como representantes de la Comisión Económica para Africa. El secretario permanente del SELA indicó que la ODA disminuyó de 56.400 millones de dólares en 1999, a 53.700 millones en 2000, esto es, de 0,24 a 0,22 por ciento del PIB promedio de los países donantes, proporción que dista mucho del compromiso de 0,7 por ciento. Dinamarca, Holanda, Luxemburgo, Noruega y Suecia fueron los únicos países que en 2000 alcanzaron ese objetivo. "Ellos merecen nuestro reconocimiento, pues demuestran que esa meta es viable y que otros países la pueden alcanzar sin dañar su desarrollo", afirmó Boye. Los principales donantes en términos de recursos asignados son Alemania, Estados Unidos, Gran Bretaña y Japón. Pero su contribución no se corresponde con su potencial, pues su PIB por habitante promedio es de 25.500 dólares, mientras que la ayuda que otorgan es de apenas 64 dólares por habitante. En el periodo 1999-2000, la región que recibió la mayor parte de los recursos fue Africa subsahariana (29,3 por ciento), seguida por Asia y Oceanía (24,0), Asia meridional y central (16,3), América Latina y el Caribe, (12,4), Norte de Africa y Medio Oriente (10,1) y Europa (7,8). Boye informó que la ODA otorgada a los 28 estados miembro del SELA cayó de 4.677 millones de dólares a 3.761 millones de 1999 a 2000. El SELA está integrado por Argentina, Bahamas, Barbados, Belice, Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Cuba, Chile, Ecuador, El Salvador, Granada, Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, Jamaica, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Suriname, Trinidad y Tobago, Uruguay y Venezuela. Por su parte, el secretario general de Aladi, Juan Francisco Rojas Penso, dijo que los países industrializados, al no cumplir con sus compromisos de asistencia, agravan las asimetrías en el planeta, y señaló que los países del Sur deben "buscar refugio en ellos mismos". "Hemos sido constantemente testigos de la cooperación entre los propios países en desarrollo, con resultados altamente satisfactorios. Es por eso que este foro tiene un objetivo: estimular la solidaridad a nivel mundial y latinoamericano", añadió. Por su parte, el canciller de Uruguay, Didier Opertti, solicitó la apertura comercial del Norte industrializado, que a su juicio sería la mejor forma de cooperación de esos países con el Sur en desarrollo. "Pongamos una contracara: no hay mejor cooperación que la apertura de los mercados a los países productores de materias primas. Sin dobles discursos, sin subsidios encubiertos", dijo. "Hablar de solidaridad es en ciertos casos no denunciar con voz clara el desequilibrio y la desigualdad. A veces pienso que los esfuerzos para la cooperación internacional legitiman la injusticia comercial. Debemos mirarlo también desde el punto de vista político", advirtió el canciller. Opertti sostuvo que esta reunión, al igual que la Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo, que se realizará del 18 al 22 en Monterrey, México, no debe terminar con un "discurso epidérmico" sin soluciones. "La cooperación es sólo un capítulo, no un sustituto. La cooperación no es el remedio mágico", afirmó(FIN) Nello change the world before the world changes you because another world is possible www.peacelink.it/tematiche/latina/latina.htm