Da: "LIBERO" A: Oggetto: Dall'Argentina LULA: "ricreare il Mercosur e nuovo modelloeconomico" Data: martedì 3 dicembre 2002 13.45 Clarín Personal LAS RELACIONES ARGENTINO BRASILEÑAS: ENCUENTRO CON EL PRESIDENTE DUHALDE Lula comprometió su apoyo a la Argentina ante la crisis Dijo que pedirá al FMI y a EE.UU. una ayuda inmediata para el país. Propuso reconstruir el Mercosur e instaurar otro modelo económico. También elogió el "coraje" con que se enfrentó esta situación. Ana Gerschenson. DE LA REDACCION DE CLARIN. Estuvo menos de 24 horas en Buenos Aires. Suficientes para que el presidente electo de Brasil, Luiz Inacio Lula Da Silva, le prometiera a Eduardo Duhalde que cuando viaje a Washington la semana próxima le pedirá al FMI y al presidente de Estados Unidos, George W. Bush, que ayuden ya a la Argentina. En cuestión de horas, Lula propuso reconstruir el Mercosur, crear un Parlamento del bloque con voto popular, instaurar un nuevo modelo económico en la región y negociar de aquí en más "siempre juntos" frente a EE.UU. y la Unión Europea. Estuvo en Olivos, en la Jefatura de Gobierno con Aníbal Ibarra, en el Congreso de la Nación al caer la tarde y en un cóctel en su honor en la Embajada brasileña. Por la mañana, a la hora del desayuno, Duhalde lo recibió en la Quinta de Olivos. Aunque el Presidente argentino le preguntaba en español y Lula contestaba en portugués, no necesitaron un intérprete durante los 40 minutos que duró la reunión a solas entre ambos. Se habló del bloque, del hambre en Brasil y Argentina, del dólar, de la devaluación, de las negociaciones con el FMI y, por supuesto, de las próximas elecciones. Afuera esperaban los gobernadores de Santa Fe, Carlos Reutemann, y de Buenos Aires, Felipe Solá, quienes participaron de un almuerzo en honor al visitante. También, los ministros de Economía, Roberto Lavagna y el canciller Carlos Ruckauf, entre varios diputados, senadores y empresarios. Antes de concentrarse en el melón con jamón del almuerzo, Duhalde y Lula salieron a los jardines de la Residencia Presidencial, se pararon en dos atriles impecables, y el líder del PT tomó la palabra. Allí derrochó palabras de ultradefensa del Mercosur: * "Las relaciones entre Argentina y Brasil deben ser asumidas como estratégicas." * "En los últimos años, opciones económicas y políticas equivocadas nos condujeron a sucesivas crisis (...) Quedamos a merced de especuladores que muchas veces ni siquiera saben exactamente dónde están situados nuestros países." * "El Mercosur debe profundizar una política externa común, una actuación coordinada y solidaria en organismos multilaterales, capaz de garantizarse una presencia solidaria y eficaz." * "La política externa común del Mercosur debe ser igualmente esencial para negociar el ALCA, así como el diálogo con Estados Unidos y la Unión Europea." * "Alimento el sueño de que el Mercosur pueda tener su propio Parlamento elegido por el voto popular." El líder brasileño explicó una y otra vez que el bloque debe seguir ahora el camino de Europa. "Le planteó a Duhalde que sólo la estabilidad política traerá estabilidad económica", reveló su portavoz más tarde. Las delegaciones de ambos países acordaron poner en marcha esta nueva etapa de las relaciones bilaterales el próximo 14 de enero, cuando se reúnan en Brasil los cancilleres y ministros de Economía de los dos países en una ciudad todavía no determinada. "Nos quedó claro que cuando Lula asuma la presidencia de Brasil, el primero de enero próximo, van a cambiar muchas cosas para todos", confió uno de los ministros que conversó con él en Olivos, aunque se negó a dar mayores precisiones sobre lo que viene. Poco antes, Lula había terminado su discurso con una propuesta: que la reconstrucción de la región "la hagamos juntos". Duhalde, a su lado, asintió con la cabeza, le dio un abrazo, pero no habló. El melón con jamón ya estaba servido y el cordero patagónico esperaba su turno. Se sentaron a la mesa del comedor de Olivos, además de los ministros del Gabinete, diputados, senadores y empresarios argentinos y brasileños. Antes del primer bocado, impregnados de "la buena onda de Lula", los comensales brindaron por lo que viene, "la nueva etapa del Mercosur y las relaciones de Argentina y Brasil", como propuso el invitado. Duhalde aprovechó para agradecerle públicamente haber cumplido su promesa de campaña, quizás una de las primeras que el líder sindicalista tiene oportunidad de cumplir desde su triunfo abrumador a fines de octubre. Dijo que su primera visita al exterior, si ganaba la presidencia, sería a la Argentina. Y ayer lo hizo. "Fue un buen comienzo", sonreían los hombres del Presidente en Olivos, anoche, cuando despedían con un apretón de manos a Lula, que siguió viaje a Chile. Copyright 1996-2002 Clarín.com - All rights reserved | Directora Ernestina Herrera de Noble Normas de confidencialidad y privacidad | Anunciar en Clarín.com