Da: "Bigio,I (pgr)" A: "Bigio,I (pgr)" Oggetto: EL NACIONALISMO RADICAL AYMARA: el separatismo llega a las americas? Data: martedì 16 luglio 2002 15.37 EL NACIONALISMO RADICAL AYMARA por Isaac Bigio Analista Internacional London School of Economics Hasta dónde puede afectar el desarrollo de movimientos separatistas masivos dentro de la principal nación indígena de Bolivia? Una de las manifestaciones de los últimos comicios bolivianos es que ha aflorado la existencia de una poderosa tendencia nacionalista radical dentro de los aymaras. En las 12 provincias rurales del altiplano del departamento de La Paz (la zona aymara boliviana) ha arrasado electoralmente un movimiento separatista liderado por Felipe Quispe, un ex-comandante guerrillero que propone destruir la república de los blancos y mestizos para volver al Kollasuyo, un estado indio sustentado en instituciones y religiones pre-colombinas. El hecho que la segunda nación india andina más numerosa vaya adoptando posiciones tan contestarias frente al estado y la sociedad en la que viven, es algo que no sólo podría alterar el destino de Bolivia como república unitaria sino influir significativamente en el resto de las Américas, un continente que, a diferencia de los demás, no ha conocido ningún desgajamiento estatal desde el fin de la guerra fría. LA GLOBALIZACION INCENTIVA NUEVOS NACIONALISMOS Con la caída del muro de Berlín una ola de separatismos nacionales ha irrumpido desde el este europeo. Entre 1990 y 1992 se crearon 22 nuevas repúblicas en lo que fuera el llamado mundo socialista. La ONU integró a todas ellas, pero hay más de una decena de repúblicas euro-orientales que aún no son reconocidas internacionalmente. Desde Eritrea en el Africa hasta Timor Este en el oriente asiático nuevos estados han surgido como efecto de largas guerras. El nacionalismo étnico aparece como una de las consecuencias de la globalización capitalista y de la victoria del mercado sobre las antiguas economías centralmente planificadas. Al abolirse las economías estatizadas en base a sistemas que promueven el deseo de que diversos ciudadanos tenga su respectiva propiedad privada, ello ha tenido un impacto sobre el carácter del estado. El deseo de la casa o empresa propia se ha traducido en el de contar con su propio estado étnico. Las federaciones multi-nacionales de las economías socializantes se desintegraron para dar paso a estados más reducidos pero nacionalmente más homogéneos que puedan ofrecer mercados propios y competir como tales dentro de un mundo cada vez más integrado económicamente y dominado por grandes corporaciones. La globalizacion económica viene, por una parte, disminuyendo el rol de muchos estados nacionales, quienes deben irse subordinando a organismos supra-nacionales o verse influidos por el crecimiento de poderosas multi-nacionales. Por otra parte viene impulsando a diversas minorías nacionales a querer entrar en la globalización con su propia identidad. Para lograr ello surgen diversos movimientos étnicos que buscan desarrollar sus respectivas lenguas y culturas tradicionales u obtener autonomía o soberanía estatal. La fiebre independentista centrada en el viejo mundo no parecía haber contamimado plenamente al nuevo mundo. En ninguna de las pequeñas colonias que quedan en la costa atlántica y caribeña americana se han desarrollado insurgencias civiles o militares pro-independencia. Sin embargo, el sector más proclive a verse afectado por el nuevo nacionalismo étnico es aquel constituído por los pueblos originarios pre-colombinos. Los amerindios se sienten desplazados por las élites blancoides occidentales que se han basado en la expropiación de sus tierras o en le genocidio. La protesta ante el quinto centenario del primer viaje de Colón (1992) ha servido para ir potenciando y coordinando dichos movimientos. Los quechuas ecuatorianos han protagonizado su propia insurgencia bloqueando al país. En Chiapas se ha formado un 'Ejército Zapatista de Liberación Nacional' que reinvindica estar basado en las asambleas mayas y buscar la defensa de las etnias indígenas dentro de la república mexicana. El pueblo originario que quizás haya conseguido reinvindicaciones autónomas más audaces son los inuits (esquimales). Ellos ejercen significativo poder en dos regiones que cuenta cada una con más de 2 millones de kilómetros cuadrados y que llevan en su nuevo nombre oficial el reconocimiento de ser territorios inuits. Estos son Kalaallit Nunaat (Groenlandia) y Nunavut (en Canadá). En esta última los inuits tienen auto-gobierno. Los distintos movimientos indios, desde Alaska hasta la Patagonia, han venido planteando una serie de reinvindicaciones por derechos sociales, tierra, cultura y autonomía. En México, Ecuador o Bolivia han venido pidiendo que se reconozca el carácter multi-nacional de sus respectivas repúblicas. Sin embargo, en el altiplano aymara boliviano viene irrumpiendo un movimiento nacionalista indio más radical que todos los anteriores. En las últimas elecciones generales del 30 de junio las zonas aymaras han votado masivamente por los partidos indígenas, y en particular por el más contestario: el Movimiento Indio Pachakuti (MIP). El MIP no ansía transformar su respectiva república sino destruirla para dar paso a un estado pura o fundamentalmente indígena. LOS AYMARAS Los 2 millones de aymaras son una nación que posee su propia cultura y lengua, y que dominan el altiplano que bordea al lago Titicaca. Son la mayoría de la población en el sur del poblado departamento peruano de Puno y en el occidente del más populoso e importante departamento boliviano (La Paz). También hay enclaves aymaras en otras zonas adyacentes, incluyendo el norte de Chile. El idioma aymara es distinto a las distintas variantes del quechua, una serie de lenguas habladas por los incas y que aún se usan desde el sur colombiano hasta el norte argentino. Los aymaras, enclavados en lo que algunos han descrito como el Tibet americano, han sido el pueblo andino que posiblemente haya preservado más rasgos de su cultura. No muchos europeos, esclavos africanos o inmigrantes asiáticos pudieron asentarse en una meseta fría y poco oxigenada a 4,000 metros de altura sobre el nivel del mar. Los aymaras han mantenido una serie de instuciones comunitarias y ritos religiosos propios. Posiblemente son el pueblo andino donde más se han mantenido los cultos cósmicos como a los cerros ('apus'), el sol ('inti') o la madre tierra ('pachamama'). Tienen su propio calendario y este 21 de junio celebraron el inicio de su año 5510. Los aymaras reinvindican las insurgencias campesinas anti-blancoides de Zarate Willca (1899) y de Túpak Katari (fines de los 1700s). El principal monumento arqueológico en zona aymara lo constituye Tiawanaco, ciudad que su descubridor calcula que tiene más de 10,000 años de antiguedad, aunque dicha tesis no es aceptada por el grueso del mundo arqueológico. Hay quienes incluso sostienen que ésta sería la primera gran civilización que dió orígen a todas las demás del planeta. Si el mito de la Atlántida fue utilizado por Hitler para reinvindicar que los arios eran los descendientes de esa supuesta cultura y que tenía por ello mismo el derecho de conquistar cuanta tierra quisiesen, la conjetura que Tiawanaco sería la verdadera Atlántida refuerza el nacionalismo milenarista de uno de los pueblos más pobres del hemisferio occidental. EL SEPARATISMO AYMARA En Bolivia existen 68 circunscriciones electorales quienes eligen directamente a su respectivo diputado que les represente ante el congreso nacional. En el departamento de La Paz hay 16 de éstas pero 10 pertenecen al área metropolitana, 2 a las provincias rurales de los valles orientales y 4 a la franja rural occidental altiplánica. Estas 4 últimas (las circunscripciones 17, 18, 21 y 22) son donde vive el grueso del campesinado aymara. Allí estan las 12 provincias agrarias que recorren de norte a sur el oeste del departamento desde la frontera con Perú hasta con la del departamento de Oruro. En dicha 'mancha aymara' el MIP ha totalizado unos 57,000 votos superando a los casi 40,000 votos blancos-nulos (cifra tradicionalmente alta en una población descontenta con el sistema boliviano). La segunda fuerza en la franja aymara ha sido el Movimiento Al Socialismo, un partido nacionalista indígena más moderado, que obtuvo menos de la mitad de los votos del MIP. El MIP no es un partido que ha buscado atraer al electorado blancoide o mestizo. Abiertamente se identificaba sólo con una raza (la indígena) y, en particular, con la nación de sus jefes. El grueso de los 170,000 votos que obtuvo nacionalmente están casi totalmente centrados en el departamento de La Paz y dentro de las zonas donde hay mucha población aymara-parlante. En la gran urbe capitalina han sacado especial votación en los barrios aymaras, como en las 4 circunscripciones de El Alto. En una de éstas ganaron y en otra quedaron segundos. El formidable ascenso electoral de Felipe Quispe contrasta con la situación del senderismo peruano. En 1992 tanto Quispe como Abimael Guzmán fueron capturados acusados de terrorismo. El primero era comandante del Ejército Guerrillero Túpak Katari y el segundo se proclama como presidente de la gestante República Popular del Perú y del Ejército Guerrillero Popular. Mientras el senderismo se ha minimizado bifurcándose entre un ala que persiste con acciones militares aisladas asentándose en las zonas cocaleras de la selva central peruana y el sector de la jefatura máxima que pide un acuerdo de paz, los ex-insurgentes kataristas bolivianos han adoptado una política distante de ambos extremos. Quispe estuvo 5 años en la cárcel y al salir se volcó al trabajo sindical donde acabó siendo elegido secretario ejecutivo de la poderosa Confederación Sindical Unica de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUCTB), y luego fundó su propio partido (el MIP). Quispe ya no lidera acciones armadas pero tampoco quiere la paz con el sistema. Desde las nuevas posiciones de fuerza que hoy tiene (sindicatos campesinos y parlamento) él llama a sabotear a la república boliviana. No queda muy claro si el MIP quiere dividir Bolivia o hacer que ésta acabe liderada por los indígenas. Sin embargo, su política tiende a producir la escición de dicha república. Quispe es hostil al clero católico y abiertamente promueve la religión cósmica andina. El llama a echar a la policía, la tricolor boliviana y las instituciones estatales en las zonas rurales donde tiene fuerza. En vez de hacer acciones militares aisladas él plantea preparar un levantamiento nacional armado de masas. En Achacachi llegó a liderar una manifestación de 20,000 campesinos bajo el grito 'guerra civil'. La tesis de Quispe es que hay que volver a una sociedad basada en el trueque y en las comunidades igualitarias agropecuarias (ayllus). Dicho proyecto puede ser cuestionado por quienes desde la derecha sostienen que no es posible escapar del mercado global o de la modernidad en medio de un mundo tan interconectado. Dentro de la izquierda el MIP es cuestionado por promover la separación racial o por albergar espectativas en una sociedad pre-hispánica que es acusada de haber estado basada en reyes, clases y explotación social. El Kollasuyo, que el MIP propone reconstruir, fue una de las 4 regiones del imperio inca donde los aymaras fueron conquistados por los cuzqueños. Los chipayas y urus son los descendientes de pueblos que otrora fueron subyugados por los aymaras. Ellos aún sobreviven como cazadores y pesacadores en reducidos números en algunos lagos altiplánicos. ORIGENES DEL NACIONALISMO AYMARA El nacionalismo aymara es una fuerza que dará mucho que hablar en los Andes. Hasta las primeras elecciones que se dieron al ir concluyendo la dictadura de Bánzer (1971-78) no existía ningún partido indigenista aymara. En las revoluciones de 1946 y 1952 los protagonistas habían sido obreros y pobladores urbanos. Las distintas rebeliones campesinas, en particular las producidas después de la revolución de Abril 1952, se habían producidas bajo reinvindicaciones de tierras. Los líderes agrarios habían tendido a ser absorvidos por el gobernante Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) y luego por las dictaduras castrenses post-1964 vía el llamado Pacto Militar- Campesino. Durante el gobierno izquierdizante militar de Torres se alentaron sindicatos campesinos en La Paz, los mismos que no llegaron a integrarse en la poderosa Central Obrera Boliviana. Mas, el golpe previno su desarrollo y muchos de ellos pasaron a control de dirigentes que le hacían el juego a la nueva dictadura. A fines de los 1970s aparecen los nuevos partidos indigenistas quienes toman el nombre del líder aymara que irrumpió paralelamente al cuzqueño Túpac Amaru. Estos son los Movimientos Revolucionario e Indio Túpak Katari (MRTK y MITKA, respectivamente). El MRTK se orientaba más hacia las reinvindicaciones sociales y el MITKA se centraba más en el nacionalismo indio. El último bienio de la década de 1970 es uno de constantes irrupciones sociales incluyendo la huelga general que depone al golpe de Natusch (1979) y el bloqueo campesino a La Paz. Es allí donde se forja un nuevo sindicalismo 'katarista'. La Confederación Sindical Unica de Trabajadores Campesinos de Bolivia se irá convirtiendo en una fuerza nacional significativa. A medida que los sindicatos mineros y fabriles perdían membrecía y fuerza, fruto de los cierres y despidos, los sindicatos agrarios fueorn cobrando mayor predominancia. Cuando en 1985 Sánchez de Lozada lanzó el nuevo modelo monetarista liberalizando los precios, muchos campesinos y pequeños comerciantes tendieron a darle una oportunidad. El fin de los controles de precios les permitiría mejorar los precios de sus productos y por eso, cuando los mineros salían en huelga, no les apoyaron. En 1985-86 la Central Obrera y la izquierda van siendo derrotados y arrinconados. Luego, surgen dos movimientos populistas centrados en empresarios paceños. Uno de ellos, Conciencia de Patria (CONDEPA), es formada por el 'compadre' Palenque, dueño de la TV Popular y la Radio Metropolitana, emisoras que transmitían también en aymara y su audiencia lo constituían los 'cholos'. Una de sus lideresas, la 'comadre' Remedios Loza, llega al parlamento vestida con polleras y atenduos andinos. CONDEPA arrasa electoralmente en El Alto y en los barrios y áreas con fuerte influencia aymara. En 1997 CONDEPA forma parte de la 'mega-coalición' gobernante. La muerte de su jefe, el desgaste adquirido por haber co-gobernado con Bánzer y el hecho de haber venido siendo identificada por una población aymara cada vez más radicalizada como representantes de la clase media y los mestizos, hará que CONDEPA quede sepultado en este último proceso electoral y que el MIP irrumpa como el principal exponente de los aymaras. En 1993 Sánchez de Lozada llegó por primera a la presidencia. En su plancha integró como su vice-presidente a Víctor Hugo Cárdenas, proveniente del MRTK. El único mandatario boliviano que ha hablado un castellano con fuerte acento estadounidense era quien llevaba por primera vez a un aymara a la vice-presidencia. Sin embargo, el MNR no logró calar dentro de los aymaras. Su votación en las zonas pobladas por dicha nacionalidad son bajas, mientras que en los valles orientales y en la amazonía ha tendido a ganar. PERSPECTIVAS DEL RADICALISMO AYMARA El nacionalismo radical aymara ha de tender a crecer. Sánchez de Lozada apunta ser el nuevo presidente boliviano pero siendo el personaje político más resistido por la opinión pública boliviana y con un parlamento adverso. En medio de una fuerte crisis política y social y con un presidente debil, el MIP y el MAS podrán cosechar el descontento popular. Nuevas marchas y bloqueos campesinos son avisoran en el horizonte. El MIP, usando a los sindicatos campesinos y también al parlamento como caja de resonancia, buscará hacer que en las comarcas aymaras rurales se vaya gestando una especie de estado paralelo. En algunas fuerzas marxistas bolivianas viene cobrando impacto la antigua tesis de José Stalin y el peruano Eudocio Ravínezs quienes en los 1930s pedían la formación de estados independientes quechua y aymara. El argumento que usan es que Lenin proponía el derecho de toda nación a la autodeterminación. La cuestión está en que los bolcheviques rusos no promovían abiertamente los desgajamientos de estados pues eran partidarios de un estado federal centralizado y sólo aceptaban la separación cuando no podáin presionar a dicha nacionalidad a mantenerse unida La división de Bolivia para dar paso a estados indígenas es vista como algo que ayudaría a minar al capitalismo, pero otros sotienen que implicaría alentar la balcanización de este país y su conversión en la versión sudamericana de otro territorio montañoso y mediterráneo (Bosnia). El MAS, quien sostiene que son el partido más grande que tiene hoy Bolivia, no busca desemembrar dicha república sino transformarla. Para algunos ésto sería sinónimo de su reformismo o conciliación con los blancoides. Para otros implica una propuesta multi-cultural viable dentro de un mundo capitalista inter-relacionado. Evo Morales podría ser el nuevo Mandela indígena que buscase eliminar el 'aparthedir' racial andino. También podría devenir en la cabeza de una nueva sublevación como la que ocurrió hace 50 años en el altiplano. Este tipo de movimientos nacionalistas indígenas incidirán sobre otras regiones del país y de la región. En el caso peruano no existe aún un partido indígena. Sin embargo, el descontento hacia la élite blancoide llevó a que en 1990 se votara masivamente por un candidato de tez amarilla y ancestros orientales. Luego en 2001 el ganador resultó ser un candidato cuye eje de campaña era decir que los peruanos debían votar por alguien que tuviese el 'color de su tierra' y en sus manifestaciones se coreaba 'el chino al Japón y el cholo al sillón'. Con Perú Posible por primera vez en este país llega un cholo andino a la presidencia y una aymara de polleras al congreso, sino que se va destapando elementos de descontento racial. El hecho que los partidos campesinos se conviertan en la principal oposición al nuevo gobierno boliviano sumado a la irrupción de movimientos sociales indígenas en México y Ecuador, va a generar un ambiente propicio para el desarrollo de nuevos y más contestarios movimientos indígenas en las Américas. Por el momento el Movimiento Indio Pachakuti es la arista más punzante, pero ello puede conllevar al desarrollo de nuevas irrupciones indigenistas.