UN GRITO EN EL CORAZÓN DEL IMPERIO

Pe. Luiz Bassegio

"Del fondo de nuestros corazones, nosotros, los excluidos y
excluidas de las Américas, lanzamos un grito de protesta contra
la desigualdad y la injusticia del mundo en que vivimos.  Somos
todos pasajeros de la misma nave, el planeta Tierra; sin
embargo, como en las carabelas de los colonizadores y nuestros
aviones trasatlánticos de hoy, viajamos en condiciones
desiguales.  En la primera clase, una minoría usufructúa todos
los privilegios del consumismo superfluo, de actitudes anti-
sociales y depredadoras del medio ambiente.  Esa minoría tiene
cceso a la medicina sofisticada, la educación, la cultura y los
beneficios de la tecnología de punta.  En las bodegas
insalubres, agobiados por el hambre, las enfermedades, la
violencia y la explotación, se amontona la mayoría de la
población mundial."  (Manifiesto del Grito del los Excluidos/as)

Bajo el lema "Por trabajo, Justicia y Vida", se realizó en los
países de América Latina, Central, del Norte y el Caribe el
Grito de los Excluidos/as Continental.  Uno de los momentos
fuertes fueron las diversas manifestaciones realizadas en Nueva
York, fruto de la asociación entre el Grito, la Marcha Mundial
de la Mujeres, Jubileo 2000 y la Coalición de los Inmigrantes
Indocumentados.

El día 12 de octubre, con la participación del Premio Nobel de
la Paz Adolfo Pérez Esquivel, el Obispo Metodista Federico
Pagura, ambos de Argentina, y Frei Betto del Brasil, líderes del
Movimiento Sin Tierra del Brasil, indígenas de Ecuador y México,
de los derechos humanos de República Dominicana, Inmigrantes
Indocumentados de los Estados Unidos y representantes de Haití y
Chile, se cumplieron diversas actividades en la realización del
Grito.

La delegación del Grito tuvo una audiencia con el Programa de
las Naciones Unidas para el desarrollo, PNUD, una conferencia de
prensa, audiencia con la secretaria de Cofi Annan, Secretario
General de la ONU, y un Foro Internacional al final del día.
Las actividades del Grito se sumaron a la de la Marcha de los
Inmigrantes Indocumentados que tuvo lugar el día 14 y la Marcha
Mundial de las Mujeres del día 17 de octubre.

En las diversas audiencias, conferencias de prensa y
manifestaciones se entregaron dos documentos: el Manifiesto del
Grito de los Excluidos y la Carta Pública del Grito a las
Naciones Unidas.

La realidad que el Grito mostró

Fue un grito contra la globalización que favorece a pocos países
ricos, en desmedro de las naciones pobres.  Prueba de ello es
que apenas los siete países miembros del G-7, detienen 18
billones de dólares del PIB mundial, en tanto que los otros 180
países tienen apenas 7 billones.

El Grito también denunció que los tres ciudadanos americanos más
ricos, Bill Gates, Paul Allén y Warren Buffet, poseen juntos una
fortuna superior al PIB de las 42 naciones más pobres, en las
cuales viven 600 millones de habitantes.  Toda esta
concentración de riqueza tiene como consecuencia el aumento de
la pobreza.  En América Latina y el Caribe existen 224 millones
de pobres y 90 millones de miserables.  Por eso el Grito se
manifestó contra la política del Fondo Monetario Internacional,
la Organización Mundial de Comercio y el Banco Mundial,
organismos que determinan la política económica de nuestros
países.

El Grito denunció también la dependencia creada por el problema
de la Deuda Externa.  Después de la Segunda Guerra Mundial,
América Latina no tenían deudas, pero ahora debe casi un billón
de dólares.  Tiene la más alta deuda por habitante del mundo.
Denunció también los gastos que se hacen con la carrera
armamentista que consume anualmente la cifra de 800 mil millones
de dólares.  Y como no podía ser de otra manera, denunció la
injerencia estadounidense en América Latina por medio del Plan
Colombia, que en nombre del combate al narcotráfico quiere el
control estratégico de los recursos naturales de la región
amazónica, violando la soberanía del pueblo colombiano y
poniendo en riesgo la seguridad social y política de los países
involucrados.

Declaraciones

En sus intervenciones Pérez Esquivel señaló: no vinimos hasta
aquí para llorar, sino para resistir, reclamar nuestros
derechos.  Pasamos del terrorismo de Estado (dictaduras) al
terrorismo económico, que trae hambre y miseria.  La deuda
externa es el principal agente de este terrorismo.  El grito es
un basta a todo esto y debe ser oído.  Según él, no hay países
del tercer mundo, sino que somos un solo mundo mal distribuido y
la transferencia del capital a los países ricos significa
pobreza y miseria para los pueblos de América Latina y el
Caribe.

El representante del Grito de los Excluidos de Brasil, Gilmar
Mauro del MST, manifestó que por más muros que se construyan los
migrantes continuarán viniendo para acá; convocamos a todos a
que se unan al Grito a fin de construir juntos un mundo de
justicia y paz.  Es ahora de poner un basta a la deuda externa.

En su intervención Frei Betto hablo de que en América Latina la
democracia es aquella en la cual el pueblo no participa.  En la
era virtual, nada más virtual lo que la democracia en nuestros
países.  Según él, la guerra contra la pobreza ya terminó y los
pobres fueron los derrotados.

Para el Obispo Metodista Emérito Federico Pagura, las iglesias
tienen una tarea que es la de juntas contribuir a superar la
miseria.

Propuestas del Grito

De manera amplia el Grito exigió una reforma agraria; cambios en
las políticas económicas con el objetivo de eliminar el
desempleo y la exclusión; demarcación y protección de las
tierras indígenas; respeto al medio ambiente; el fin de la
dependencia económica y cultural de nuestros pueblos y la
anulación de nuestras deudas externas, dentro del espíritu del
año Jubilar anunciado por el Papa Juan Pablo II.

Como propuestas concretas, se destacan entre otras:

a) Exigimos que las decisiones políticas deben estar en las
manos de los gobiernos nacionales y no determinadas por la OMC,
FMI y Banco Mundial;

b) Exhortamos a los países desarrollados a fin de que cumplan su
compromiso de destinar el 0,7% de su PIB para ayuda al
desarrollo;

c) Exigimos la anulación de la deuda externa de los países del
Sur pues la misma ya fue pagada varias veces y que los recursos
sean destinados a un desarrollo sustentable, bajo la supervisión
democrática y soberana de los países.

d) Apoyamos la iniciativa de establecer impuestos a las
transacciones financieras internacionales y que esos recursos
sean destinados a combatir la pobreza;

e) Exhortamos a los gobiernos a ratificar la Convención
Internacional sobre Protección de los Derechos de los
Trabajadores Migrantes y de sus Familias;

Las denuncias y las propuestas que la delegación presentó a las
Naciones Unidas, pueden ser encontradas íntegramente en el
Manifiesto del Grito
(
http://movimientos.org/grito/show_text.php3?key=136) y en la
Carta Pública del Grito a las Nacionales Unidas
(
http://movimientos.org/grito/show_text.php3?key=221).


Pe. Luiz Bassegio, Secretario del Grito de los Excluidos/as

Continental.